Por: Juan Sebastián Hurtado Holguín.
Antropólogo y candidato a Magister por la FLACSO - Argentina
Colectivo Agrario Abya Yala
Para el común de los latinoamericanos es sabido que Buenos Aires es una ciudad con atractivos mágicos y cautivadores que invitan cada año a cientos de miles de turistas a disfrutar del tango, fútbol, asado y de los buenos vinos que producen estas tierras. Por otra parte, existe otro tipo de “turismo” que no apunta a los anteriores atributos exóticos del disfrute y el placer sino que se enfoca en la búsqueda de oportunidades educativas. Sólo basta caminar unas horas por la Avenida Corrientes, Callao, Rivadavia o 9 de Julio -‐por nombrar algunas de las principales calles de la ciudad porteña-‐ para identificar la “tonada” o acento colombiano.
Se escucha en tiendas, en locutorios –cabinas telefónicas-‐, entre los camareros de los restaurantes, almacenes de ropa y hasta por teléfono en encuestas y call centers. La pregunta recurrente de algunos porteños y colombianos admirados con lo evidente es: ¿qué hacen tantos colombianos en la Argentina?
Siendo una respuesta frecuente: “la mayoría son jóvenes que vienen a estudiar y a trabajar”. Pero más allá de ser Buenos Aires una linda ciudad con atributos turísticos y buena oferta académica, ¿qué es lo que atrae a los estudiantes colombianos a esta metrópoli? Lo primero que cabría ver es el por qué salen de su país buscando oportunidades en
Siendo una respuesta frecuente: “la mayoría son jóvenes que vienen a estudiar y a trabajar”. Pero más allá de ser Buenos Aires una linda ciudad con atributos turísticos y buena oferta académica, ¿qué es lo que atrae a los estudiantes colombianos a esta metrópoli? Lo primero que cabría ver es el por qué salen de su país buscando oportunidades en
otras naciones.
En primera instancia se podría pensar que lo hacen para conocer otro país, aprender de nuevas culturas e ilustrarse en otra academia que no sea la nacional. Pero en realidad, las causas que atribuyen los jóvenes a su exilio obedecen a los altos costos en las matrículas de las universidades colombianas –tanto en pregrado como en postgrado-‐, falta de oferta –postgrados-‐ y al inexistente apoyo económico por parte del Estado y del gobierno colombiano. Según el último Boletín de Prensa del DANE sobre Mercado Laboral de la Juventud (14 a 26 años) (1), las cifras de ocupación (47,3%), desempleo (17,2%) e inactividad (42,9%) de los jóvenes que están en edad de trabajar son alarmantes. Este sector representa el 28,9 % de la población, es decir que se esta perdiendo buena parte de la fuerza de trabajo joven que tiene Colombia. Pero este no es el único campanazo, hace algunos días la directora regional para América Latina y el Caribe de la OIT, incitó a los Gobiernos a buscar soluciones para "generar más y mejores puestos de trabajo" para e trabajo" para jóvenes (2), además según el Observatorio Laboral para la Educación el 77,6 % de los profesionales están vinculados al mundo laboral (3); quedando reservado para el 22,4%4 restante, el desempleo. Que la falta de oportunidades y de empleo sea una de las principales causas de expulsión y fuga de los jóvenes colombianos es una situación
lamentable y frustrante desde cualquier punto de vista.
Ante este panorama cabe preguntarse ¿y qué hacer? Bueno pues la lógica de muchas personas es -‐me voy a otro país que me brinde mejores posibilidades de estudio o de empleo-‐, donde Buenos Aires, Argentina es un destino privilegiado para los colombianos. Las causas que influyen a venir a esta ciudad varían tanto como sus motivaciones, donde resaltan el bajo costo en la oferta educativa y la posibilidad de oportunidades laborales. A su vez, se perciben otro tipo de causas que cautivan: es un país que goza de buen reconocimiento a nivel latinoamericano por su fútbol y oferta cultural en general; afinidad idiomática -‐español-‐; imaginario de que es un país con una economía sólida y buenos salarios y, finalmente, es un país sin restricciones migratorias para los sudamericanos. En conclusión, una milonga de oportunidades para los estudiantes colombianos.
Lo anterior esta reflejado en los datos, ya que la nacionalidad que cuenta con mayor cantidad de estudiantes extranjeros es la colombiana con el 33% para el año 2011 (5). La mayor parte -‐por no decir todos-‐, de estos estudiantes no cuentan con becas o subsidios del Estado colombiano que les permita mantenerse económicamente y dedicarse a su propósito principal: estudiar, investigar y generar conocimiento. Esto obliga a que el peso económico de los estudiantes deba ser asumido por sus familias en Colombia, acudiendo a ahorros particulares y/o por los estudiantes directamente mediante trabajo; donde sus actividades académicas se ven obstruidas, claramente, por las laborales.
Por otro lado, se esta liberando al Estado colombiano y al Gobierno Nacional de la responsabilidad de apoyar la educación superior en Colombia, ya que la deficiencia de oferta y acceso académico de calidad la están asumiendo los ciudadanos y sus familias con su esfuerzo y dinero. Esta situación solapa el problema de acceso, infraestructura y mínimo presupuesto otorgado por el aparato estatal y gubernamental a la formación e investigación en las instituciones públicas de educación superior. Muestra de ello es el éxodo de los colombianos por el mundo buscando becas y bajos precios educativos para lograr avances en su formación académica. Grave síntoma de la ineficiencia y precariedad de la educación colombiana.
Ante estos hechos parece que en Colombia se refleja una posición cómoda, o por lo menos así lo evidencia el presidente del Sistema Universitario Estatal (SUE), cuando le preguntan: “¿deberían preocuparse las universidades colombianas por los estudiantes que prefieren trasladar su vida a otra ciudad para aprender?” (6), a lo que responde “Necesitamos fortalecer y multiplicar el movimiento y creo que si en Argentina hay oportunidades, sobre todo en el campo del posgrado, hay que aprovecharlas” (7). Lo que no queda claro es, sí cuando habla de fortalecer se refiere a promover becas, o a precarizar más la situación de los profesionales limitando la accesibilidad al postgrado. Pareciera que la preocupación esta en la movilidad y en la “transferencia de conocimiento” mas no en el mejoramiento de las condiciones de la educación nacional ya que más allá del intercambio del saber esta primero la calidad y la garantía de acceso.
Finalmente quedan algunas preguntas en el tintero como: ¿cuál va ser el futuro de los nuevos maestros y doctores formados en el extranjero?, ¿mejorará la calidad de la educación? ¿ampliarán la cobertura y se dará más acceso a los postgrados?, ¿la educación foránea se acomoda a las realidades colombianas?, ¿qué garantías tiene el llegar con un pregrado o postgrado extranjero a Colombia?, ¿se está industrializando la educación en Argentina, es un negocio?, ¿por qué Colombia no es competitiva económicamente con respecto a educación superior?, ¿podría existir un mercado más incluyente y competitivo desde los precios en Colombia?, ¿se puede pensar que se están fugando posibles recursos susceptibles de invertirse en Colombia?, ¿si en algunos casos se afirma que la educación no es de calidad, por qué optan por salir del país?
Estos son algunos supuestos y preguntas que quedan en el imaginario de muchos de quienes vivimos la situación de ser migrantes fugados por la falta de oportunidades académicas y laborales. Es necesario cuestionar el actual modelo de política pública educativa en Colombia y hacer esfuerzos por encaminarla hacia la inversión y apuesta de presupuestos en investigación y formación de profesionales competentes que aporten al contexto nacional desde sus necesidades y requerimientos.
Citas:
1 Boletín de Prensa DANE, del 11 de febrero de 2013 sobre Mercado Laboral de la Juventud (14 a 26 años) Gran Encuesta Integrada de Hogares Trimestre octubre – diciembre 2012. Fuente www.dane.gov.co. Consultado el 8 de mayo de 2013.
2 Agencia de noticias EFE. El empleo juvenil en Latinoamérica requiere de medidas puntuales, dice la OIT. Noticia tomada el 21 de mayo de 2013 de http://www.semana.com/economia/articulo/empleo-juvenil-latinoamerica-requiere-medidas-puntualesoit/342586-3
3 Información estimada para el año 2011. Tomado de http://www.graduadoscolombia.edu.co nConsulta 21 de mayo de 2013.
4 Según datos del Observatorio Laboral Para la Educación se podría pensar en una cifra aproximada de 303.964 profesionales desempleados para 2011. Cálculo del autor.
5 Estudio Estudiantes Internacionales del Observatorio de Comercio Internacional de Buenos Aires
6 Tomado del articulo ¿Por qué prefieren estudiar en Argentina? Periódico El Espectador http://www.elespectador.com/noticias/actualidad/vivir/articulo-417358-prefieren-estudiar-argentina
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